Como todo en la vida, hay estudiantes buenos y estudiantes malos, maestros buenos y maestros malos.
Como se dice en el vídeo, hay maestros muy diversos que preparan las clases de diferente forma, tienen preocupaciones diferentes, se interesan más de ellos mismos o ponen al alumno como una prioridad, etc. Dicho esto cabe meterse con los niveles del maestro que, según John Biggs hay 3.
El primer nivel hace referencia a que hay alumnos malos y alumnos buenos, es decir se basan en que la metodología del maestro es la buena y punto, si los alumnos la entienden son buenos alumnos, sin embargo si los alumnos no la entiende es que son alumnos malos. Esta perspectiva se conoce con el nombre del “buen estudiante-mal estudiante” pero también se conoce con el nombre de “culpa del estudiante”. Este primer nivel, a mi parecer es bastante reprobable, es decir no la veo adecuada para dar clase. Bien es cierto, que lo más sencillo es echar la culpa a lo demás pero no es menos cierto que muchas veces la culpa está en nosotros mismos.
El segundo nivel se basa en que el foco se centra en el maestro y se ocupa de lo que el maestro hace. Esta perspectiva se conoce con el nombre de “culpa del maestro”. Lo que ocurre con este nivel es que los profesores intentan ser buenos para los alumnos a toda costa, a pesar de que estos no entiendan nada de lo que se les intenta enseñar, a este perfil de maestro se le llama “maestro-animador”. Este segundo nivel tampoco lo veo apropiado, debido a que toda la culpa no puede recaer sobre uno mismo, ya que si uno no quiere aprender no va a aprender por mucho que se haga.
El tercer nivel se basa en que el maestro se ocupa en particular de lo que el estudiante hace, antes, durante y después de enseñar, es decir se ocupa del producto o del resultado del aprendizaje de la enseñanza. Este tercer nivel sería el ideal para dar clases, pero todos sabemos que no es fácil, lo que tenemos que hacer es buscar la forma más adecuada para hacerlo.
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